¿Sabes qué santos celebramos esta semana?

Conoce sus principales obras

San Sebastián, mártir - 20 de enero

Llegó a ser capitán de la primera corte de la guardia pretoriana. Como buen cristiano, ejercitaba el apostolado entre sus compañeros, visitaba y alentaba a los cristianos encarcelados por causa de Cristo. Esta situación no podía durar mucho, y fue denunciado al emperador Maximino quien lo obligó a escoger entre ser su soldado o seguir a Jesucristo. El santo escogió la milicia de Cristo. A causa de esto, el emperador lo condenó a morir atravesado por flechas. Sin embargo, San Sebastián no murió. Al recuperarse enfrentó al emperador y le manifestó que estaba mal que asesinara cristianos. Luego de eso, Maximino, más enojado, ordenó que muriera por azotado. En Chile existe una gran devoción a este santo, por lo que su fiesta se festeja en distintas localidades como Purranque y Yumbrel, en esta última comuna existe un santuario dedicado a él, inaugurado en 1859, donde año a año peregrinan miles de católicos. (288+) (1)

San Francisco de Sales - 24 de enero

Obispo de Ginebra y doctor de la Iglesia. Verdadero pastor de almas, hizo volver a la comunión católica a muchos hermanos que se habían separado y con sus escritos enseñó a los cristianos la devoción y el amor a Dios. Fundó, junto con santa Juana de Chantal, la Orden de la Visitación, y en Lyon entregó humildemente su alma a Dios el 28 de diciembre de 1622. Fue sepultado en Annecy, en Francia, ese mismo día. Por su aporte en las letras, fue declarado patrono de los periodistas y escritores. Además, una comunidad hermana de nuestro decanato lleva su nombre, la Parroquia San Francisco de Sales de Vitacura.  (+1622) (2)

La Conversión de San Pablo - 25 de enero

 Recordamos el día en que Saulo, perseguidor de cristianos, tuvo un encuentro con Jesús que cambió su vida y la historia de la evangelización. Después de que Cristo resucitado le hablará mientras cabalgaba a la ciudad de Damasco, Saulo cayó de su caballo y estuvo tres días ciego. A partir de este episodio pasó a ser miembro de la Iglesia a la que combatía, se autoproclamó apóstol, y se cambió el nombre a Pablo. Llegó a ser pieza clave para que la Palabra de Dios se extendiera por todo el mundo. La conversión de san Pablo nos enseña que nunca es tarde para emprender un nuevo rumbo, construir una nueva historia como cristiano. (+67) (3)

 

(1) catholic.net

(2) salesianos.info

(3) vaticanews.va