Pablo Mikki nació entre los años 1564 y 1566 en el seno de una familia muy rica de Japón. No pudo llevar a cabo su aspiración de ser sacerdote, por falta de Obispo así que murió siendo catequista jesuita.
El emperador Toyotomi Hideyoshi, quien se propuso la conquista de Corea, en 1587 publicó un decreto de expulsión de los misioneros extranjeros.
Así, el 9 de diciembre de ese año, fueron arrestados seis franciscanos, tres jesuitas y quince laicos terciarios franciscanos. Pablo Mikki estaba en el grupo.
Después de haberles cortado la oreja izquierda, fueron llevados a Nagasaki, caminando de pueblo en pueblo para exponerlos a la burla de la gente. Les permitieron confesarse con sacerdotes y los crucificaron el 5 de febrero de 1597.
Antes de morir, Pablo Mikki dijo: "Llegado a este momento final de mi existencia en la tierra, seguramente que ninguno de ustedes va a creer que me voy a atrever a decir lo que no es cierto. Les declaro pues, que el mejor camino para conseguir la salvación es pertenecer a la religión cristiana, ser católico."
Conoce 3 datos sobre los 26 mártires en Japón, en el siguiente video.
Fuentes: