En el tiempo de la Cuaresma el cristiano esta llamado a intensificar la oración, y a ejemplo de Jesús, retomar o profundizar la comunicación con Dios Padre.
Dice San Juan Pablo II: “A través de la oración, todo el mundo debe encontrar su referencia justa: esto es, la referencia a Dios: mi mundo interior y también el mundo objetivo en el que vivimos y tal como lo conocemos. Si nos convertimos a Dios, todo en nosotros se dirige a Él. La oración es la expresión precisamente de este dirigirse a Dios; y esto es, al mismo tiempo, nuestra conversión continua: nuestro camino.”
En Jesús, se encuentra el balance perfecto entre oración y acción, en todo lo que Cristo hacía, encontraba el tiempo para orar.
Nos llama a la humildad :
“Y cuando oren, no sean como los hipócritas; porque a ellos les gusta ponerse en pie y orar en las sinagogas y en las esquinas de las calles para ser vistos por los hombres. En verdad les digo que ya han recibido su recompensa.
Nos llama a la sobriedad:
“Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cuando hayas cerrado la puerta, ora a tu Padre que está en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. “
Nos llama a escuchar más que a hacer repeticiones:
“Y al orar, no usen repeticiones sin sentido como los gentiles, porque ellos se imaginan que serán oídos por su palabrería. Por tanto, no se hagan semejantes a ellos; porque su Padre sabe lo que necesitan antes que ustedes se lo pidan.
La oración entonces, debe ser un tiempo de escucha, de hacer silencio interior para escudriñar que es lo que Dios quiere para mí.
Tres recomendaciones:
1.Tiempos y lugares determinados para la oración: hacer una cita con Jesús, en la mañana al medio dia y en la noche, si podemos hacer una visita al Santísimo también hagámoslo.
2. Hacer silencio interior: quitar los excesos externos o distracciones para hacer espacio para Dios.
3. Meditar en la dimensión dolorosa de la oración de Jesús, y la aceptación de su misión y la Voluntad del Padre, cómo esto se aplica en nuestra vida, y cómo en los momentos difíciles Dios nos consuela.
Fuente: Católicos Firmes en su Fe