La Parroquia Santa María de las Condes es fruto del Señor y Su Espíritu, además de muchas personas que colaboraron antes de su construcción, el 9 de septiembre de 1975, siendo obispo el Cardenal Raúl Silva Henríquez.
Antes de ser Parroquia, Santa María de las Condes era una capilla que pertenecía a la Parroquia Nuestra Señora de la Merced, más conocida como Los Castaños. Esta capilla se inició en la década de los 70, en el terreno que actualmente ocupa la parroquia que perteneció al Padre Manuel Basoalto y sus hermanas, quienes fueron las que iniciaron la construcción del templo que hoy constituye el salón parroquial. El padre Manuel falleció en un accidente cuando iba a comprar materiales para la construcción del antiguo templo.
Cinco años más tarde, el Padre Demetrio Bravo, acompañado del Diácono Guillermo de la Noir, establecieron los primeros contactos para iniciar la incipiente comunidad parroquial. Así fue como el Párroco padre Mario Silva, solicitó al estudiante de diaconado permanente Álvaro Vergara, que se hiciese cargo de consolidar la comunidad. Un año más tarde, el 11 de diciembre, fue ordenado y se desempeñó como Vicario cooperador hasta Marzo de 1981.
El año 1980 llegó el padre Carlos Coopman, quien, con su carácter espiritual, fundaron varios de los grupos pastorales que siguen hasta hoy. Se formó la Ayuda Fraterna, pastorales de la salud, matrimonios, bautizo y confirmación; se hacían bazares, comedores para la población Tabancura (hoy erradicada), entre otras actividades.
En ese tiempo, ayudaba la señora María Rebeca Benavides, que era asistente social, veía todos los casos de la Población Tabancura. Como habían varias asistentes sociales cooperando en la parroquia, el trabajo que se hacía era muy ordenado, se iba a visitar a las familias, se llevaba un catastro, se organizaba muy bien, porque habrían unas 300 ó 500 familias a las que se les prestaba algún tipo de ayuda.
La gente de la pastoral de la salud llevaba la comunión a la clínica Las Condes, que pertenecía a nuestra jurisdicción.
El padre Coopman creó el "día de la Parroquia", que se celebra el 12 de septiembre, y los "talleres de Navidad", donde se preparaba a los niños, les enseñaban villancicos, etc.
En 1989 llegó el padre Hugo Pinningoff. Con un carácter más administrativo, arregló y modernizó la parroquia, cambió puertas, terminó la construcción del templo actual y la capilla que usábamos quedó como salón parroquial. Así, gracias a él, el templo actual fue terminado en pocos meses y la parroquia quedó con su configuración actual.
El padre Pinningoff nos acompañó hasta 1999, año en que llegó el padre Julio Dutilh.
El padre Julio instauró la costumbre de celebrar la misa de Navidad en el estadio San Jorge, y se preocupó especialmente de la solidaridad, sobre todo con nuestra parroquia hermana, María Reina de la Paz, de Cerro Navia.
El mismo párroco "importó" la idea de la Campaña de Cajas de Navidad, originalmente iniciada en la parroquia Nuestra Señora de las Mercedes, Los Castaños. Así, comenzamos a organizar la campaña para las navidades, convirtiéndose con los años en una campaña organizada por Caritas Chile a nivel regional, llegando el año pasado a entregar 6.000 cajas a familias de distintas zonas de Santiago.
Con el padre Julio, llegó el entonces vicario cooperador, Samuel Arancibia, hoy ya ordenado sacerdote. Él se preocupó de impulsar el trabajo con los jóvenes, potenciando ese grupo pastoral y organizando las misiones con ellos.
El año 2010, después del terremoto, la parroquia fue en ayuda de las localidades más afectadas. Aprovechando la capacidad solidaria de nuestros feligreses, hemos podido aportar de formas variadas. En el caso del terremoto, se envió ayuda en enceres para las casas, mercadería y entrega de fondos económicos, todo a través de Caritas Chile.
El 2014, la Pastoral Social en equipo con la Unidad Pastoral San Alberto Hurtado, se organizó para ir en ayuda de los afectados por el incendio en Valparaíso, apadrinando particularmente a las familias del cerro La Cruz. En esa oportunidad, la comunidad aportó cerca de 30 viviendas, las que fueron construidas por voluntarios de la parroquia con personas del sector afectado.
Actualmente, contamos con la ayuda del padre Carlos Irarrázaval, párroco de nuestra parroquia.