Son varios los sacerdotes que celebran Misa con nuestra comunidad parroquial, entre ellos se encuentra el Padre Juan Luis, quien nos cuenta sobre su vida y su experiencia en la parroquia.
Padre, ¿podrías compartir con nuestra comunidad un poco de tu historia para tomar la decisión de ser sacerdote?
Fue una invitación que me hizo Dios en un retiro de Semana Santa, ahí sentí el deseo de ser sacerdote. Buscando dentro de mí, nunca encontré alguna cuestión que me impidiera entrar al seminario. Me gustaba mucho el fútbol pero lo podía dejar de lado, al igual que casarme, así poco a poco fui descartando cosas hasta que me decidí.
Mi familia es católica practicante y me apoyaron, sin dejar de saber que les costó mucho, pero siempre estuvieron conmigo.
Me metí a la Legión de Cristo porque fue un cura a dar una charla muy sencilla a mi colegio y me entusiasmó el carisma, la alegría, el ayudar a los demás, el servir. Yo creo que esto ha sido fundamental en mi vocación “El servir y pensar siempre en los demás”.
¿Cuál ha sido el mayor desafío que has tenido que enfrentar?
El mayor desafío para mí, es siempre vencer el egoísmo para poder ser generoso con Dios y seguirlo. Renunciar a lo tuyo, a lo que te gusta, a tu familia, amigos, tus ambientes, tus proyectos, todo para poder ser más generoso con el Señor, desprenderse para servirle y ayudar a nuestro prójimo.
¿Qué opinión tienes de este momento donde la Iglesia se encuentra en crisis y carece de sacerdotes?
Yo creo que esta crisis es una gran responsabilidad.
Habrá sacerdotes cuando las personas encuentren algunos que viven con integridad, con entusiasmo, alegría, decisión y generosidad su vocación. Este es el gran desafío de los curas ¿queremos vocaciones? Seamos santos sacerdotes, y en verdad, volveremos a sembrar en los jóvenes esta ilusión de seguir a Cristo.
¡Y que choro el desafío que tenemos ¿no? de sacar adelante a nuestra Iglesia!
Vas a celebrar Misas en nuestra parroquia ¿Cómo es que se dio esto?
Esto se dio con el Padre Julio, debido a la falta de sacerdotes para celebrar.
En una ocasión fui a almorzar con él y me dijo –te agradezco mucho que vinieras, porque vienes simplemente a servir, no vienes a buscar nada para la legión, ni bienhechores, ni vocaciones, ni personas para el movimiento- Y esta fue una lección muy bonita que recibí, el darme cuenta que es servir y apoyar en todo momento a nuestra Iglesia.
¿Cuál es la experiencia más enriquecedora que has vivido en la comunidad de Santa María de Las Condes?
Yo creo que el sentarme a confesar ha sido maravilloso. Cada confesión es una experiencia única e irrepetibles. El estar durante 4 años confesando todos los domingos, me ha hecho ir viendo la acción de Dios, y esto es lo que tiene que hacer un sacerdote: celebrar Misas, confesar y celebrar los otros sacramentos.
Ha sido sin duda lo más enriquecedor, confesar durante más de una hora cada domingo.
Algún mensaje que te gustaría compartir con nuestra comunidad, sobre todo en los tiempos que vivimos como país
Que sigamos mirando fijamente a Cristo, porque cuando tenemos claro a quien seguimos y sabemos que no nos va a fallar, estaremos bien, Él es lo más importante.
Voltear la mirada a Él, contemplarlo a Él, y sobre todo imitarlo en su generosidad y desprendimiento. Aquí es donde tenemos un gran desafío.
Un abrazo a todos.