Para Chile, la primavera no solo llega acompañada de las flores que la creación nos regala en esta temporada, sino que además, llega con las bendiciones que derrama María Santísima sobre nuestra patria.
El Mes de María es una tradición religiosa que iniciaron los misioneros europeos en el mes de mayo por ser el “mes de las flores”. A mediados del siglo XIX, Monseñor Joaquín Larraín Gandarillas, entonces Rector del Seminario Pontificio de Santiago, conoció esta tradición europea y quiso celebrarla en noviembre, para evitar el frío otoño del mes de mayo en Chile.
Así, el mes dedicado a la Virgen comienza el 8 de noviembre y culmina el 8 de diciembre con la celebración de la Inmaculada Concepción.
Dispongamos el corazón para que este mes sea fruto de nuestro amor a María, viviendo como comunidad parroquial los momentos que tendremos preparados para celebrar a nuestra Madre.
Recemos juntos a María Santísima, con las bellas oraciones inicial y final de su mes.
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