"Aprovechemos este tiempo viéndolo como un retiro, algo para mejorar conductas, actitudes y apreciar cosas que dábamos por hecho"



Jueves 30 de Abril, 2020



Verónica y Mauricio, coordinadores de Pastoral prematrimonial

El matrimonio de Verónica Román y Mauricio Reyes, coordinadores de nuestra pastoral prematrimonial, nos comparten su testimonio y lo que ha vivido durante este tiempo de pandemia.

1. ¿Cómo han vivido esta pandemia a nivel personal y familiar?

"Yo soy profesora, llevo 7 semanas en la casa con teletrabajo por la suspensión de colegios. En mi caso no ha sido tan difícil porque no estoy sola, me he dado el tiempo de hacer cosas en casa que no había tenido la posibilidad de hacer. Al principio fue complicado porque nos tuvimos que adaptar familiarmente a este nuevo sistema, regular los espacios de la casa y los tiempos para compartir, nos ha hecho volver a lo antiguo, a convivir como se hacía antes y ha sido positivo para nuestra familia"nos dice Verónica.

Mauricio por su parte, expresa: "Desde el punto de vista laboral, la herramienta de teletrabajo ha sido la forma más conveniente y llevadera, vivimos en comuna que ha tenido larga cuarentena y mi oficina también se encuentra en una comuna con la misma situación. Si bien no ha sido lo óptimo en términos de ambiente laboral, todo ha marchado bien y ha tenido la cosa grata de permitirme compartir con la familia. Aunque nuestras hijas y mi señora tienen su propia rutina, compartimos la mesa en el almuerzo y la cena, sin el inconveniente que genera el tema de traslados. Y así vivimos más intensamente nuestra vida familiar".

2. ¿Cómo se ha manifestado Dios en su vida en estos tiempos de COVID19?

"La verdad es que hemos tenido la posibilidad de nuestras Misas online, así como de reflexión, agradezco mucho la tecnología que tenemos hoy día, porque uno de los más grandes hitos que tuvimos en estos tiempos fue la Semana Santa, la cual fue muy especial. Nosotros jamás salimos en esta fecha, sino que participamos de todas las actividades de la Iglesia, pero el hecho de tener que estar más en casa y tener que preparar nosotros nuestra Semana Mayor, como  los ramos para el Domingo de Ramos, las velas y campanas para la Misa de Gloria, el altar, la cruz, las lecturas, etc., todo fue súper intenso para poder traer la Palabra de Dios al hogar, porque hemos buscado traer a Dios a la casa, siempre teniendo un espacio que preparamos para Él", comentó Verónica.

Mauricio complementó: "Desde el punto de vista espiritual, rescato que ha sido un tiempo enriquecedor, porque la rutina diaria normal de repente nos consume. En este tiempo hemos tenido la oportunidad de desarrollar nuestro plan de vida, pudiendo tener espacios en el hogar -donde uno está más tranquilo- la lectura del Evangelio, la oración y el rezo del Rosario, estar en casa lo hace mucho más profundo, nos prepara de mejor forma por la tranquilidad que se da.

Es muy importante lo que menciona mi Señora, por ejemplo del Domingo de Ramos, ya no fueron ramos comprados, sino que fueron hechos por nuestras hijas y sacados de nuestro propio jardín, esto nos identifica, nos hace ser los anfitriones del hogar, para invitar al Señor a nuestro propio altar. Esto ha sido una experiencia espiritual familiar tremendamente enriquecedora.

Por otro lado, hemos sido capaces de darnos el tiempo en forma mucho más espontánea, ha surgido mucho más nuestra necesidad espiritual que compartimos en familia".

3. Algún mensaje que deseen compartir con la comunidad.

Verónica: "Aprovechemos este tiempo viéndolo como un retiro, algo para mejorar conductas, actitudes y apreciar cosas que dábamos por hecho. Nosotros tenemos a nuestra hija mayor embarazada, no la hemos podido ver y hemos aprendido a valorar ese tiempo junto a ella, porque se echan de menos esas instancias de compartir con la familia, con amigos, y porsupuesto la Misa presencial. Todo esto ha sido aprendizaje y crecimiento, hay que aprovechar para mirarse interiormente y mejorar como persona, para que cuando volvamos, podamos compartir con el otro de una forma distinta".

Mauricio: "Como mensaje quiero expresarles que el Señor no promueve estas cosas (pandemia), las permite, y las permite por algo, para entender que la sola creación del Señor ya es suficiente para ser felices ¿Hace cuánto no vamos al mall?, ahí nos damos cuenta que no necesitamos comprar nada. Dios nos está llevando a lo más simple, a lo esencial, que es nuestra familia y seres queridos, lo cual en muchas ocasiones es olvidado.

Por eso desde la perspectiva del retiro personal y familiar, se nos genera también un desafío, el cual consiste en que si hemos sido capaces de traer al Señor al altar de nuestras casas, no lo perdamos cuando volvamos al tiempo normal, sino todo lo contrario, mantener a Dios a nuestros hogares y regresar a la parroquia con estas ganas de hacer comunidad y acudir a los sacramentos. Hagámoslo volcándonos a ella con la orientación e iniciativas que nuestra parroquia nos ofrece para ser nosotros los brazos en la tarea evangelizadora.

Cuando volvamos a nuestras comunidades, debemos desarrollar con más intensidad, alegría y participación todo lo rico que nos da nuestra Iglesia, de esta forma, lo que estamos viviendo, tendrá un digno aprovechamiento que nos hará recordar cuánto echamos de menos volver a la normalidad en nuestra vida espiritual, personal, familiar y con la comunidad".



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