Hace poco se inició nuestro Taller de Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola en modalidad Online. El matrimonio encargado nos comenta al respecto:
Una primera mirada de la situación durante esta pandemia, nos llevó a acompañar los ejercicios en la vida online y, buscar un grupo pequeño de ejercitantes sin saber cómo funcionaría el sistema.
Partimos con seis ejercitantes, pero como es costumbre al conocer las exigencias del proceso dos de ellos se retiraron. Se necesitan al menos 4 tiempos de oración de una hora cada semana, más una hora y media de compartir.
Acompañar en tiempos de coronavirus tiene dos miradas, una muy positiva que es partir detenidos. Para comunicarse con este Dios vivo y resucitado debemos detenernos y aprender a reconocerlo en los tiempos de oración y en la vida corriente. Buen momento para reflexionar, para priorizar lo esencial de nuestras vidas, para sentir una gran solidaridad con el género humano total, reconociendo a cada enfermo, cada fallecido como un hermano. “Este del informe diario pudo ser un pariente cercano o pude ser yo”.
La segunda mirada es complicada, todos nos afectamos con esta situación y estamos viviendo una emergencia que en realidad no es nuestra vida corriente. Si podemos ponernos en manos de Dios y vivir los procesos propios de un ejercicio espiritual con libertad avanzamos, pero es una posibilidad, que la emergencia frene nuestro avance.
Los participantes están viviendo los ejercicios con intensidad, con interés y son capaces de sacar provecho de esta experiencia. Tenemos un ejercitante que los hace por primera vez y los otros tres ya tenían experiencia previa. Creemos que es la oportunidad de implementar en forma constante este medio, que evita las dificultades de encontrarse en esta gran ciudad.
Más adelante se podrán incorporar dos personas que dejaron este ejercicio el año pasado, por problemas mayores: enfermedad y trabajo, llegando a un grupo de seis parroquianos que han abierto su vida a la búsqueda de la voluntad de Dios al estilo de San Ignacio de Loyola.
Ya probado el sistema, invitaremos a todos los parroquianos interesados a participar de estos ejercicios al alero del centro de espiritualidad Ignaciana (CEI) y de Santa María de las Condes.
Un saludo afectuoso en el Señor de los responsables
Beatriz Larraechea y Fernando López