Magdalena Latorre es miembro de nuestra comunidad, y durante estos periodos de cuarentena ha vivido la experiencia enriquecedora que nos cuenta a continuación:
“Esta pandemia ha sido un fuerte golpe a las ’certezas’ que teníamos, de un minuto a otro ha cambiado nuestra forma de vivir diariamente. Sin embargo, considero que esta es la hora de la fe, de creer más en Dios, de abandonarnos en sus manos y confiar en que hay un plan para cada uno de nosotros.
En lo personal le he podido ’sacar el jugo’ a los recursos pastorales que la Iglesia a puesto a nuestra disposición durante este tiempo, he participado espiritualmente de la Adoración al Santísimo y de las Misas online de nuestra parroquia.
Con todo este proceso, Dios me está dando la oportunidad de confiar más en Él, de tener más a la vista la filiación divina y su Providencia. También ha sido un regalo poder agradecer todos los dones espirituales, materiales y de amistad que Dios me ha dado.
Mi mensaje para todos en estos momentos que atravesamos, es que sigamos rezando por todas las personas de la parroquia que se sienten solas, ya que esta es una de las peores aflicciones y consecuencias de la pandemia, si alguien se siente así o conoce a alguien, pidan ayuda para que las acompañemos a través de una llamada.
Además, los invito a que sigamos apoyando económicamente a la Parroquia, dado que los sueldos de los trabajadores se deben seguir pagando y existe la promesa del párroco de asistir económicamente a otras parroquias con un eventual excedente.”
Agradecemos a Magdalena por regalarnos su testimonio, y rescetamos lo hermoso de ver este tiempo como ella lo menciona: Una oportunidad que Dios nos da de confiar más en Él.
Foto: Magdalena con su mamá