A principio de año nació un gran sueño: poder ayudar en forma constante durante todo el 2020 a tres parroquias de las comunas de Pudahuel y Lo Espejo, entregando cupones para balones de gas y cajas de víveres.
Hoy, ya en diciembre, ¡estamos muy contentos! Son muchas las familias a las que hemos podido llegar con la ayuda de todas sus donaciones y la colecta. Ellos mismos se organizaron, entregando los alimentos y los galones de gas a las familias más necesitadas. También hicieron ollas comunes en los momentos de mayor dificultad.
La hermana Thereza Makowska, catequista franciscana quién trabaja en la Parroquia La Ascención del Señor de Pudahuel, una de las comunidades que recibió nuestro aporte nos cuenta sobre la iniciativa y agradece la colaboración: "Nos sentimos llamados a ir en ayuda de sectores muy vulnerable, con altos números de migrantes, adultos mayores solos, personas sin empleo y enfermos de Covid-19. Hemos podido mantener esta campaña durante todo el año, por lo que agradezco la enorme generosidad mensual de los feligreses de la parroquia Santa María de las Condes para las familias beneficiadas”.
Además el Padre Raúl Rivera, párroco de la misma Parroquia, está muy contento con todo este año de colaboración: "Es una oportunidad hermosa que en este tiempo de adviento podamos anunciar la esperanza. El Papa Francisco en Fratelli Tutti, nos invita a construir una cultura más fraterna. Qué importante es que ese compartir además de ser solidario, sea fraterno y así he sentido la ayuda de ustedes. Agradezco mucho al párroco, Padre Nicolás Achondo por la oportunidad que nos han dado de poder recibir en este momento tan difícil para nuestro país, la ayuda de una parroquia hermana. Agradecer que se abren los muros que nos separan para poder comunicarnos, tender la mano y hacer presente al Señor. La ayuda es algo que enaltece a los que da y fortalece la dignidad de las personas que reciben, porque los hace sentir bendecidos por Dios y acompañados por Él en una hora en que la Providencia de Dios es tan importante. Esta contingencia sanitaria ha sido una oportunidad para redescubrir de modo especial esta solidaridad fraterna y qué oportunidad más bella para que el corazón humano se vuelva más noble y podamos también alegrarnos de que estamos contribuyendo a crear una cultura de mayor misericordia. Los tengo presente en mis oraciones ¡Qué Dios los bendiga!"
¡La solidaridad puede cambiar vidas y en esta campaña lo hicimos posible!