Si hay algo de lo que estaban seguros los jóvenes de la parroquia cuando partió la pandemia, es que sus actividades y sobre todo, su unión, no podían desaparecer por el virus. Se entregaron por completo a Dios y hoy están muy felices con todo lo logrado este año 2020.
Entrevistamos a Beatriz Zaror, una de las coordinadoras de la Pastoral Juvenil para hacer un balance del año y estas fueron sus respuestas:
Al principio cuando se dieron cuenta de que iba a ser un año complicado para las acciones y actividades de la Pastoral, ¿qué hicieron? ¿Cómo se organizaron? ¿Qué los motivó a no paralizarse?
Como todos, entramos en incertidumbre, sin saber qué hacer, pero nunca se nos pasó por la cabeza paralizar las actividades. Se nos vinieron a la cabeza las mil formas de video llamadas: Zoom, Meet; y pensamos hacer a pastoral de este año así. Al principio solo nos juntábamos a conversar y más adelante comenzamos a calendarizar actividades. Nos fuimos organizando, nos reunimos con el Padre Nicolás y se nos fueron ocurriendo ideas. La gente se empezó a motivar. Llegó gente nueva, ya que, no era necesario ir a la parroquia, sino que desde sus casas se podían conectar. Y eso nos fue motivando, el saber que podíamos llegar a más personas. Siempre confiados en la mano de Dios, que las personas que llegaba a la Pastoral era por algo.
¿Cuál fue el principal desafío que tuvieron como Pastoral Juvenil?
Tratar de diferenciarse a otras pastorales que iban surgiendo. El tener que ser constantemente creativos, buscando temas que atraigan y que realmente engancharan y les sirvieran a las personas.
¿Cuál fue el mayor logro?
Seguir con la Pastoral en tiempos de pandemia. No fue fácil, por los ánimos que se sentían. Al final, estamos todo el día frente al computador, por lo que meterte nuevamente a otra reunión, no era fácil. Al final fue un desafío gigante seguir con la pastoral, que se motivara más gente, no morir en el fondo y que llegaran personas nuevas.
¿Qué actividades destacas durante el año?
Fueron varias, pero me gustaría nombrar:
Rosarios cantados; algunos encuentros para saber cómo estábamos y jugar Kahoot relacionado con preguntas a parroquia y canciones de misa; Postretón de Domingo de Resurección online; Charla de Monseñor Alberto Lorenzelli sobre el Espíritu Santo, preparandonos para Pentecostés; Adoración al Santísimo online; Charla de Padre Nicolás sobre la Virgen del Carmen; Charla de Alberto Ugarte sobre la fe en medio de la fama; Conversatorio sobre Carlos Acutis, antes de su beatificación; y Testimonio de María de los Ángeles Wahl sobre su tiempo misionando en El Congo.
¿Cómo evalúas este año pastoral juvenil con todos los obstáculos que se les han presentado? ¿Cuál es el balance?
Como año pastoral fue un gran crecimiento. Porque seguimos estando activos, nuestras redes de hecho, crecieron muchísimo e hicimos muchas actividades formativas. A pesar de todos los obstáculos fue un año de buenas noticias con la Pastoral, porque nos dimos a conocer mucho más. De una u otra manera aportamos con un granito de arena a acompañar el lado espiritual de las personas que era algo muy necesario en tiempos de pandemia. Estar encerrados, no tener contacto, no poder ir a misa presencial, no poder visitar al Santísimo, para muchos era muy desmotivante y con todo, pudimos estar activos y formándonos de diferentes maneras: charlas, momentos de reflexión, dispersión, adoraciones, rosarios cantados; muchos momentos de desconexión y encuentro con Dios. Creo que la Pastoral Juvenil se supo defender en esta pandemia.
¿Qué mensaje final dejarías para otras pastorales juveniles que, quizás, se encuentran en la misma situación que ustedes para motivarlas a seguir trabajando?
Que siempre estén de la mano de Cristo y no se suelten de ella; que se abandonen completamente a Jesús y pongan su confianza en Él para que los guíe, que se haga su voluntad. Si algo no pasa, por cualquier razón, siempre será por algo. El giro que va a dar va a traer incertidumbre, seguramente, pero todo sucede porque Dios lo quiere así. Si te llegan cuatro personas a una charla, es porque Dios quiere que esas cuatro personas les llegue más la reflexión. Yo les diría que vale más la calidad y lo más importante es saber que el Espíritu Santo está obrando. Cuando se vive de la mano de Dios, es todo más positivo y alegre, porque todo se ve esde el prisma del amor. Me gustaría que no se reconociera el año 2020 como un año complicado, sino tener la certeza de que todo pasó por algo, que si la pandemia no hubiera estado presente, las cosas serían diferentes y no habrían pasado como pasaron.
Beatriz Zaror, coordinadora Pastoral Juvenil
¡Agrademos muchísimo todo el trabajo que esta Pastoral ha realizado durante este año! ¡A seguir de la mano de Dios!