¿Cómo evalúas en general el primer semestre de actividades en la Pastoral Juvenil?
Lleno de cambios, ya que hemos ido variando nuestras actividades, incorporando nuevas plataformas como los vivo de Instagram para variar un poco del tradicional Zoom. En mi opinión llevamos el trabajo de manera correcta, pero siempre hay mucho que mejorar.
¿Cuáles fueron las actividades con mayor éxito y sus frutos?
Pienso particularmente en 3 actividades, la primera que fue una charla con Monseñor Cristián Roncagliolo, en donde nos habló del rol que debemos tener como jóvenes en el mundo que vivimos, destacó algunos puntos como el ir contracorriente y ser testigos de Jesucristo llenos de esperanza.
En segundo lugar, la charla de Bernardita Lezcano, fue por Zoom y esta grabada en nuestro Instagram, teniendo muchas reproducciones, nos habló de la fiesta de Corpus Christi, mostrándonos a Dios como un amigo, como un Dios que se adapta a todo y todos, que se queda con nosotros y no hay mejor momento que cuando vamos a visitarlo.
Por último nuestra última actividad del semestre fue una charla que realizamos con Forjadores de los Andes, en donde el Padre Jaime Williams nos expuso sobre dos santos muy importantes: San Pedro y San Pablo, yo rescato una frase que nos dijo: “No importa cuantos defectos uno tenga, sino lo que es importante es la actitud de buscar a Cristo. De la lucha y la confianza en la gracia divina”, esto es siempre volver a Jesús, buscarlo.
¿Cuál fue el mayor desafío que tuvieron que enfrentar como Pastoral?
El desafío más grande que tuvimos y seguimos teniendo es la cantidad de gente que asiste a la pastoral, ha sido un semestre particularmente difícil por eso, ya que no estamos llegando a tantos jóvenes, las reuniones virtuales ya no son lo que la gente necesita, las cosas presenciales son complicadas de hacer, entonces es una seguidilla de cosas que nos afectan como pastoral y que nos ha complicado mucho este semestre.
¿Qué sueños tienen para este nuevo semestre?
Principalmente sobrevivir como pastoral, poder continuar con la labor que realizamos, y tener más actividades presenciales, poder juntarnos con los jóvenes y así continuar con la evangelización y la acción de la pastoral.
¡Recemos por nuestros jóvenes, en ellos continúa la fecundidad
de nuestra Iglesia!