Son ejemplos de vida porque dieron todo para conocer a Jesús y entregarse por entero a Él.
San Juan Damasceno, presbítero y Doctor de la Iglesia, 4 de diciembre
Originario de Damasco, Siria, Juan nació en una familia árabe cristiana. Eligió luego la vida ascética siguiendo el ejemplo del monje Cosmo. Gran teólogo y predicador, se opuso a la Iconoclastia y escribió muchas obras teológicas importantes. Fue proclamado Doctor de la Iglesia en 1890 por León XIII.
San Nicolás, obispo, 6 de diciembre
San Nicolás de Bari es uno de los Santos más populares y amados, a causa de la tradición que lo considera el protector de niños y jóvenes. En los Paises Bajos y en general en los territorios germánicos, la fiesta invernal de San Nicolás (en holandés “Sint Nikolaas” y después “Sinteklaas”), ha dado origen a la tradición infantil de la espera de los regalos.
San Ambrosio, obispo y Doctor de la Iglesia, 7 de diciembre
Se le considera uno de los grandes doctores de la Iglesia de Occidente. Fue Obispo de Milán, inventor de los himnos, iniciador de la mariología y autor de célebres textos litúrgicos. San Ambrosio encarna el ideal del pastor.
San Juan Diego, 9 de diciembre
La narración de las apariciones de Guadalupe es fascinante. El protagonista es un indio mexicano desconocido, Juan Diego, que a mediados del siglo XVI conoció a la Virgen en una colina, lugar que se convertiría a lo largo de los siglos en el centro de la peregrinación mariana mundial.
¡Sigamos aprendiendo de ellos y siguiendo sus caminos!