"Es la madre de cada chileno que nos acoge a todos con su ternura"

¿Hace cuánto eres camarera y qué te motivó a formarte como en la advocación a la Virgen del Carmen?

El 8 de julio del 2016 me hice camarera. Todo mi interés partió después de una entrevista que le hicimos a la entonces presidenta de la Cofradía Nacional del Carmen, María de la Luz Ross Amunátegui, en un programa que tenemos en Radio María, hace mucho tiempo con mi amiga también periodista, Magdalena Ríos. El programa se llama “Testigos de la Luz” y se trata de entrevistar testimonios de fe en la vida diaria. Me encantó como ella transmitía ese amor a la Virgen del Carmen. Desde ahí comencé a interiorizarme más de la importancia de esta advocación en la historia de Chile y cómo la Virgen del Carmen había ido de la mano en todo los hitos importantes de la construcción de nuestro país. Sin duda, un regalo del cielo a nuestra patria. En cada momento de la historia, ella ha tenido una misión especial. 

Es una madre que une, que nos invita a reconciliarnos como hermanos en una misma tierra. Es nuestra madre que acoge a todos y quiere que nos abramos a recibir su amor y llevarnos siempre a su Hijo Jesús, para que podamos amar como Él ama y vivir en un país de hermanos, donde realmente podamos ver en el otro un "nosotros", como dice la encíclica del Papa Francisco, Frattelli Tutti.  La Virgen del Carmen es la Patrona y Reina de Chile, pero antes que Reina es la madre de cada chileno que nos acoge a todos con su ternura y nos enseña a que nos respetemos, unos a otros, en nuestras diferencias, para vivir en fraternidad y concordia. 

¿Cuáles son las actividades que realiza una camarera de la Virgen del Carmen? ¿Cambiaron mucho durante este tiempo de pandemia?

La actividad principal de las camareras es toda la preparación de la procesión de la Virgen del Carmen. Que este año, gracias a Dios, se retomará en forma presencial este domingo 26 de septiembre. Siempre se realiza el último domingo de septiembre, en el día de Oración por Chile. 

Los años anteriores no se pudo realizar en forma presencial, pero las camareras se encargaron de que la imagen de la Virgen pudiera visitar muchos lugares (cumpliendo todas las medidas sanitarias): hogares, hospitales y distintas comunidades. Fue una experiencia muy linda para las camareras que fueron. Compartieron con las demás ese gozo propio del haber sido instrumentos de esperanza y cariño, en lugares de mucho dolor por la pérdida de seres queridos por la pandemia. 

Las camareras tienen varias actividades durante el año de oración y de servicio, cómo visitar enfermos  y llevar consuelo a quienes estén pasando alguna dificultad. Con la pandemia fue más complicado, pero se trató de amoldar a la nueva situación y nos hemos seguido uniendo en oración a través de las plataformas digitales. También hay un compromiso muy importante de las camareras de orar por Chile, especialmente en estos momentos de toma de decisiones tan importantes para nuestro país. 

¿Cuál ha sido tu experiencia? ¿Qué te motiva a seguir?

He tenido una experiencia muy linda. El ser camarera para mí es como una consagración a María, donde dejas que Ella tome tu corazón para que lo lleve al corazón de su Hijo, poder amar y ver con los ojos y el corazón de Jesús. También significa un estilo de vida, de tratar de estar al servicio de los demás en los lugares donde nos toque estar. A veces no es necesario hablar, realizar gestos de entrega como ella lo haría en esa situación donde te encuentres, es una preciosa forma de llevar su presencia. Es una forma de evangelizar también, más que con palabras, con gestos y acciones. 

¿Cuáles han sido las mayores gracias que has recibido en este camino como camarera?

La mayor  gracia es sentir su cercanía y saber que ella está siempre presente. La comunidad que se ha formado de camareras también ha sido un gran regalo. He conocido mujeres de distintas partes que comparten este cariño y fe por María. Se siente, en profundidad, ese lazo de hermandad  en Cristo. 

¿Cómo motivarías a más mujeres a hacerse camareras de la Virgen del Carmen?

Esto es como cuando encuentras el tesoro como dice el Evangelio y quieres compartirlo y gritar por todo el mundo este gozo y alegría. Creo es una decisión muy libre el ser o no camarera, y cada uno ve los caminos donde se siente llamada. Para mí ha sido una muy bonita experiencia, y por eso he invitado a muchas amigas a hacerse parte de esta alegría que he experimentado. Creo que el testimonio es lo que más convoca, como dice el título del libro del Padre Hurtado estamos llamados a ser  "Un fuego que enciende otros  fuegos"; son las experiencias las que van motivando a otros a contagiarse y a sumarse. A mí me contagió el testimonio de una camarera, y la idea es que ojalá mi testimonio pueda ir también contagiando a otras. 

¡Muchas gracias Francisca por tu testimonio de entrega y cariño a nuestra Virgen del Carmen!

Foto portada: 8 de julio de 2016, Francisca recibe el escapulario de las Camareras de la Virgen del Carmen.

Foto 2: 30 de septiembre 2019, Procesión de la Virgen del Carmen con un grupo de amigos y voluntarios de la Virgen del Carmen que ayudaron en la procesión.

Foto 3: Francisca con su madre y una de sus hermanas que también se hicieron camareras, el año 2019.