Myrtha Céspedes y Patricia Díaz llevan varios años trabajando con nosotros. Las queremos muchísimo y ellas a nosotros. No podíamos dejarlas ir, sin pedirles algunas palabras para resumir su tiempo de entrega a nuestra comunidad.
Para Myrtha, lo que más destaca de nuestra parroquia es "la organización de la pastoral de Liturgia, con el compromiso de sus agentes pastorales y su espíritu de colaboración".
Está muy agradecida por todo lo vivido y tiene una petición para la comunidad parroquial antes de irse: "Ustedes son quienes dan vida a la parroquia, por lo tanto, no dejen de colaborar y comprometerse, sobre todo animen los jóvenes, para que sea una comunidad viva, testimonios de vida para los demás".
Patricia, por su parte, nos comentó: "¡Han sido una experiencia maravillosa! Me han hecho crecer espiritualmente y me han dado la oportunidad de ser una mejor persona acogiendo a cada uno de los feligreses que necesitan de nuestro servicio".
Ella destaca la labor de cada uno de los trabajadores parroquiales, ya que, pudo ser testigo de "la entrega, responsabilidad y cariño de cada uno, por nuestra querida parroquia".
Finalmente, termina con un mensaje de profundo amor a la comunidad: "Solo dar las gracias por el cariño y respeto que he sentido aquí y agradecer la capacidad solidaria de todos; y la gran generosidad con la que siempre contamos cuando pedimos ayuda para los que lo necesitan".
Gracias queridas Myrtha y Patricia, por sus palabras. Demuestran que cuando uno se entrega a Dios, recibe el ciento por uno. ¡Las queremos mucho y les deseamos que el Señor y la Virgen las sigan acompañando!