Durante 3 días (8, 9 y 11 de junio), 43 ministros extraordinarios de la comunión participaron de forma presencial de un curso en nuestra parroquia, realizado por los diáconos Samuel Mujica y Javier González, en conjunto con el padre Nicolás.
En él se trataron tres temas:
1. Capítulo 6 de san Juan y el discurso del pan
2. Partes de la misa en ritos iniciales, finales y mesa de la Palabra
3. Partes de la misa en la mesa eucarística y formas en que se presenta
Dos jóvenes feligreses nos comparten su experiencia
Isidora Marchant nos cuenta que el padre Nicolás le ofreció ser ministra de comunión y ella dijo que sí "porque lo sentí como un llamado a ayudar y colaborar en la comunidad en la que crecí y me mantiene cerca de Dios. La Iglesia necesita vida, personas que participen y colaboren activamente. Solo así se mantiene la Iglesia y no podemos esperar que solo los sacerdotes y consagrados lo hagan, porque de por sí, ya son pocos".
Sobre el curso nos cuenta que le gustó entender cada parte y gestos de la misa:
"Se debería vivir con convicción, con el real peso que tiene, ¡es la pasión, muerte y Resurrección de Cristo todas las veces! Y si le perdemos el sentido se vuelve, únicamente, un grupo de personas que se junta para arrodillarse frente a un pedazo de pan. Lo que sería un poco ridículo si no hay fe, y si no se tiene la convicción del milagro que es. Pero no se puede creer aquello que no se conoce, por eso me gustó el curso y conocer mejor lo que significa la misa"
Por otro lado, Matías Arriagada nos cuenta que "desde chico siempre quise ser ministro de comunión, porque lo vi como algo muy importante el poder prestar un servicio al prójimo de este modo. El ver a las personas que daban la comunión y entregaban el Cuerpo de Cristo a los hermanos, me inspiraba mucho".
Para él, este servicio "implica responsabilidad y compromiso, así como también ese pequeño sacrificio que siempre hacen los ministros que yo veo de servir en la misa. Es vital porque me ayuda a participar más activamente de la fe, de la misa, y de la misma Comunión".
Sobre el curso nos dice que le pareció "muy bonito. Fue una buena instancia para reflexionar, escuchar lo que los diáconos y el padre nos quisieron transmitir y enseñar. También fue una buena instancia para rezar".
¡Gracias Señor, por inspirar tanto amor en tus servidores!