Este 25 de marzo, como Iglesia celebramos la Solemnidad de la Anunciación del Señor, ya que se recuerda que, en un día como hoy, el arcángel Gabriel visitó a la Virgen María para informarle que sería la madre de Jesucristo, el Hijo de Dios.
1.- Un día solemne
Esta es una de las solemnidades más importantes, porque el “Sí“ de María ante la petición de nuestro Señor, cambiaría el curso de la humanidad para obtener la salvación de Cristo. Nuestra Madre Santa tuvo la valentía de no desistir a este llamado divino, a pesar de que su camino no sería fácil. En ese momento, la Virgen estaba comprometida con José y expuesta a la vista del ojo público.
2.- Un plan divino
La Fiesta de la Anunciación del Señor, nos demuestra que Dios tiene un camino para cada uno de nosotros: "Te he llamado por tu nombre" (Isaías 43,1); este es el primer motivo para no temer, que Dios nos llama personalmente.
Cuando Dios llama por el nombre a una persona, le revela al mismo tiempo su vocación, su proyecto de santidad y de bien, por el que esa persona llegará a ser alguien único y un don para los demás. (1)
(1) opusdei.org/