El llamado al diaconado fue un descubrimiento que se fue manifestando de a poco en la vida de Samuel Mujica, “en el día a día y principalmente en las eucaristías, en la presencia de Cristo Sacramentado se abrió la vocación de un servicio más comprometido”. Este llamado se hizo más concreto con la invitación que le hizo Alejandro, diácono de la parroquia y el Padre Julio Dutilh que lo ha guiado desde ese momento hasta hoy.
Ser diácono permanente ha sido para Samuel, un camino muy hermoso, de entrega a Dios y a la comunidad, “ha sido un continuo crecimiento en la fe, con la gracia del Señor, momentos de mucha alegría y momentos de mucha emoción al poder servir a los que lo piden en las bendiciones de 50 años de matrimonio, bautizos, catequesis matrimonios y otros servicios”.
“Siento que mi vocación es una gracia para muchas personas que me conocen, Rosario, mi esposa, mis hijos, mi nieto, amigos y la comunidad de la parroquia; es una vocación de todos y que el Señor me la confió, solo pido mucha oración para ser siempre fiel a esta ordenación de diacono permanente”, expresa Samuel.
Acompañemos a nuestro hermano Samuel con nuestra oración, para que el Señor ilumine sus pasos y servicio a la comunidad.