Como parroquia de advocación mariana, vivimos con alegría todas las solemnidades, memorias y fiestas dedicadas a nuestra Madre. Por eso te contamos que el 29 de mayo recordamos a María como la Madre de la Iglesia y el 31 de mayo celebramos la Visitación de la Virgen a su prima santa Isabel.
Conozcamos un poco más:
María, Madre de la Iglesia
Es una memoria bastante nueva, ya que fue establecida el lunes siguiente a Pentecostés, por el Vaticano, a través de un Decreto de la Congregación para el Culto Divino, firmado el 11 de febrero de 2018.
El documento sostiene que el Papa Francisco “consideró, atentamente, que la promoción de esta devoción puede incrementar el sentido materno de la Iglesia en los Pastores, en los religiosos y en los fieles, así como la genuina piedad mariana”.
Esta fecha nos recuerda que ella es Madre de todos los hombres y especialmente, de los miembros del Cuerpo Místico de Cristo, desde la concepción de Jesús, por la Encarnación (Lc 1,48). (1)
Visitación de la Virgen María
De acuerdo al relato evangélico, así como el ángel Gabriel le anunció a María que sería la Madre de Jesús, Redentor del mundo, así también le comunicó que su prima Isabel estaba encinta, a pesar de ser mayor. Acto seguido, la Virgen fue en ayuda de su pariente Isabel, quien es la madre de Juan el Bautista.
De esta fiesta y los textos correspondientes del Evangelio, surgen dos importantes oraciones: la segunda parte del Ave María y el canto del Magníficat:
Cuando Isabel oyó el saludo de María, “el niño saltó en su seno. Entonces Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó a grandes voces: “¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre!”
María siempre está dispuesta a atender a quien la necesita, respondió alabando a Dios por sus maravillas: “Proclama mi alma la grandeza del Señor; se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador, porque ha mirado la humillación de su esclava…” (2)
(1) (2) Aciprensa