Padre Dios se revela misericordioso a todos, pero los sabios de este mundo hacen muchas veces ineficaz y vana la revelación de Dios.
Jesús, sin embargo, invita a todos los que están cansados y oprimidos, el yugo que le impone es dulce y ligero. Su yugo no es ligero porque sea menos exigente, sino porque es el mismo Jesús quien lo hace ligero con su solidaridad y concreta participación.
PRIMERA LECTURA
Mira que tu Rey viene humilde hacia ti.
Lectura de la profecía de Zacarías 9, 9-10
SALMO RESPONSORIAL 144, 1-2. 8-11. 13c-14
R/. Bendeciré tu Nombre eternamente.
SEGUNDA LECTURA
Si hacen morir las obras de la carne por medio del Espíritu, entonces vivirán.
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Roma 8, 9. 11-13
EVANGELIO
Soy paciente y humilde de corazón.
+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 11, 25-30
Hagamos juntos lectura orante: