La Iglesia Universal se prepara para celebrar este 16 de abril el Domingo de la Divina Misericordia, que corresponde siempre al segundo domingo de Pascua.
Esta celebración fue instituida por el papa Juan Pablo II en el año 2000, en respuesta a una visión que Santa Faustina Kowalska tuvo en la que se le pedía que se estableciera un día especial para honrar la piedad que nuestro Señor siente por nosotros.
La Fiesta de la Divina Misericordia tiene como objetivo recordarnos el gran amor y la misericordia que Dios tiene por todos, así como también la importancia de confiar en su bondad. Durante esta celebración se reza la coronilla de la Divina Misericordia y se ofrecen oraciones por los pecadores y por aquellos que más necesitan de la compasión de Dios.
Es interesante destacar que este año el Domingo de la Divina Misericordia coincide con la festividad de Cuasimodo, la cual se refiere a la tradición de llevar la comunión a los enfermos y a aquellos que no pueden asistir a la iglesia. Este dato no es menor, puesto que precisamente unos de los actos más misericordiosos, es llevar al Señor a los más necesitados, recordando la importancia de estar siempre al servicio de los demás.