Pedro no comprende el verdadero plan de Dios: la muerte del Cristo, no soporta el destino del Mesías oponiéndose al plan de Dios. ¿Cuántas veces somos un obstáculo al plan de Dios?
Por eso nuestra vida y testimonio muchas veces no está de acuerdo al llamado de Dios, aceptamos lo fácil y grandioso; sin embargo, lo difícil, la cruz, no somos capaces de cargarla.
Nuestra vida tiene un sentido en el llamado que el Señor nos ha hecho de una vez y para siempre, seamos consecuentes a esta vocación.
PRIMERA LECTURA
La palabra del Señor es para mí oprobio.
Lectura del libro de Jeremías 20, 7-9
SALMO RESPONSORIAL 62, 2-6. 8-9
R/. Mi alma tiene sed de ti, Señor, Dios mío.
SEGUNDA LECTURA
Ofrézcanse ustedes mismos como una víctima viva.
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Roma 12, 1-2
EVANGELIO
El que quiera seguirme, que renuncie a sí mismo.
+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 16, 21-27