Los santos arcángeles: guías celestiales y sus significados



Viernes 29 de Septiembre, 2023



Una mirada profunda a Miguel, Gabriel y Rafael

El 29 de septiembre, la nuestra Iglesia conmemora la fiesta de los Santos Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael. Estos tres príncipes celestiales desempeñan un papel destacado en la historia de la Salvación y son los únicos cuyos nombres se mencionan en la Biblia. La celebración de esta festividad nos brinda la oportunidad de profundizar en su significado y aprender sobre su relevancia en nuestra fe.

 

Miguel, el Defensor Divino

San Miguel Arcángel, cuyo nombre significa "¿Quién como Dios?", es conocido como el defensor de los intereses divinos en la lucha contra la rebelión de los ángeles caídos, liderados por Satanás. Su nombre es un grito de guerra que resuena en la batalla espiritual contra el mal. Miguel está al mando de los ejércitos celestiales y simboliza la omnipotencia, amor y justicia de Dios.

 

Gabriel, el Mensajero de Dios

El Arcángel Gabriel, cuyo nombre significa "fortaleza de Dios", desempeña un papel crucial en la Sagrada Escritura al anunciar a la Virgen María el misterio de la Encarnación de Jesús y su maternidad divina. Gabriel es el mensajero divino por excelencia y nos recuerda el papel fundamental de María en el plan de salvación.

 

Rafael, el Sanador Divino

San Rafael Arcángel, cuyo nombre significa "medicina de Dios" o "Dios ha obrado la salud", acompañó al joven Tobías en su difícil misión y ayudó a resolver asuntos delicados en su vida. Rafael es considerado el sanador divino y el amigo de los caminantes y peregrinos, así como el protector de aquellos que enfrentan enfermedades.

 

Es importante recordar que, si bien los ángeles son criaturas importantes en la fe católica y desempeñan un papel espiritual significativo, no deben ser adorados ni elevados a la categoría de dioses. Son mediadores, guardianes y servidores de la justicia divina, pero siguen siendo creaciones de Dios.

 

En el día de los Santos Arcángeles, la Iglesia nos invita a reflexionar sobre la protección celestial y agradecer a Dios por habernos asignado un ángel custodio. Recordemos que, a través de la oración y la devoción, podemos estar más cerca de estas guías celestiales y recibir su ayuda en momentos de necesidad.

 

Fuentes:

catholic.net/

aciprensa.com/

Portada: pronosur.wordpress.com/



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