No se puede rechazar los dones de Dios impunemente y menos se puede pretender que él renuncie a su proyecto de salvación universal. Es por esta razón que al banquete son invitados los paganos, “buenos y malos”.
Son los invitados de la calle, pero uno de ellos no se ha puesto traje de fiesta, lo que indica una falta de respeto igual que la de los primeros invitados. El culpable no está en condiciones de encontrar una excusa conveniente y es condenado. (1)
PRIMERA LECTURA
El Señor ofrecerá un banquete y enjugará las lágrimas de todos los rostros.
Lectura del libro de Isaías 25, 6-10a
SALMO RESPONSORIAL
22, 1-6
R/. El Señor nos prepara una mesa.
SEGUNDA LECTURA
Lo puedo todo en Aquel que me confortará.
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Filipos 4, 12-14. 19-20
EVANGELIO
Inviten al banquete nupcial a todos los que encuentren.
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 22, 1-14