Jesús declara que el supremo y más importante mandamiento, es el amor de Dios y del prójimo. No son dos mandamientos distintos, sino que constituyen uno solo. No se puede amar a Dios olvidándose del prójimo, no se puede amar al prójimo sin amar a Dios.
Los otros mandamientos no son excluidos o substituidos del amor doble y único, sino que son una concreta aplicación. El mandamiento del amor concreta toda la voluntad de Dios. Él crea el mundo para amar y nos regala a Cristo por amor. (1)
PRIMERA LECTURA
Si hacen daño a la viuda y al huérfano, mi ira arderá contra ustedes.
Lectura del libro del Éxodo 22, 20-26
SALMO RESPONSORIAL
17, 2-4. 47. 51ab
R/. Yo te amo, Señor, mi fortaleza.
SEGUNDA LECTURA
Ustedes se convirtieron, abandonando los ídolos, para servir a Dios y esperar a su Hijo.
Lectura de la primera carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Tesalónica 1, 5c-10
EVANGELIO
Amarás al Señor, tu Dios, y a tu prójimo como a ti mismo.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 22, 34-40