Cada 23 de marzo, la Iglesia celebra a Santo Toribio de Mogrovejo, patrono del Episcopado Latinoamericano.
Nació en Mallorca, España, en 1538, en la cuna de una noble familia.
Toribio se especializó en derecho canónico y era profesor universitario cuando el Rey de España, Felipe II, propuso al sumo pontífice para que lo nombrara Arzobispo de Lima.
A sus 42 años de edad asumió la Arquidiócesis de Lima, que en ese entonces, abarcaba Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, Bolivia, Chile y parte de Argentina.
Allí se propuso combatir los vicios y escándalos que cometían los conquistadores y que los sacerdotes no se atrevían a corregir.
También, se dedicó a la defensa de los derechos de los indígenas y logró la conversión de multitudes.
Santo Toribio reunió a los sacerdotes y obispos de América en reuniones generales para reflexionar y dar directrices acerca del comportamiento que deben tener los católicos.
Fue conocido por su incansable trabajo, su generosidad, franqueza y fue muy querido entre los indígenas, llegando a morir en una de las capillas mientras realizaba su trabajo pastoral, un 23 de marzo de 1606, Jueves Santo.
Te compartimos 3 sorprendentes datos sobre él, en el siguiente video: