El 11 de febrero de 1858 y por varios meses, la Virgen María se presentó ante una niña de 14 años llamada Bernardette Soubirous en la localidad de Lourdes, Francia.
También, multitudes acudían a verla y a orar. Fue en esas apariciones donde se presentaron distintos signos que hoy son una verdadera catequesis de la presencia de Dios en nuestras vidas.
El Agua
El jueves 25 de febrero, la Señora dijo a Bernardita: "Vete a beber y a lavarte en la fuente". Este gesto se puede entender como un llamado a todo cristiano, para dejarse limpiar por esta "agua viva" que ofrece Jesús. Además, por la fe de quienes reciben el agua ha habido innumerables milagros.
La Roca
Bernardita vio a la Virgen 18 veces en la Gruta de Massabielle. Esta roca representa a Dios en quien podemos apoyarnos.
Como dice el Salmo 17, “Dios mío, roca mía, refugio mío... ¿Qué roca hay fuera de nuestro Dios?(...)¡Viva el Señor, bendita sea mi Roca!”
Las Velas
De día y de noche, en verano y en invierno, están encendidas las velas delante de la Gruta que representan la fe y la esperanza, de iluminar y ser iluminados. También simboliza la luz de Cristo. Tal como Él dijo, ”Yo soy la luz del mundo: el que me sigue no camina en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.”(Juan 8,12).
Las multitudes y los enfermos
Lourdes es un lugar de peregrinación abierto a todos. Las multitudes son inmensas, de toda raza, lengua y nación. En Lourdes la Iglesia se vive como una reunión de todos los hijos de Dios.
Teniendo presente estos signos te invitamos a visitar el Santuario Basílica de Lourdes, ubicado a pasos del metro Quinta Normal.
Es un sector compuesto por la Basílica Santuario y una Gruta, replica exacta a la de Lourdes en Francia.
Hasta este lugar llegan los peregrinos para recibir con fe, las gracias de nuestra Madre.
Es un lugar donde puedes orar y encontrar la paz. En el día de la Fiesta de Lourdes, podrás alabar y agradecer a la Virgen María junto a miles de peregrinos que elevan sus plegarias al cielo.
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Fuente: Aciprensa