Cada 20 de febrero, la Iglesia Católica celebra a San Francisco y Santa Jacinta Marto, los pequeños pastorcitos videntes de Fátima.
Ellos nacieron en un pequeña aldea llamada, Aljustrel, Portugal.
Los niños cuidaban las ovejas del campo junto a su prima Lucía, cuando un 13 de mayo de 1917 se les apareció la Santísima Virgen y les dijo: "Rezad, rezad mucho y haced sacrificios por los pecadores, pues muchas almas van al infierno porque no hay quien se sacrifique y pida por ellas".
Los tres niños soportaron con valentía calumnias, injurias, persecuciones e incluso la prisión por decir lo que habían presenciado. Nada de esto pareció perturbarlos: "Si nos matan, no importa; vamos al cielo", solían decir.
Una pandemia de gripe española arrasó Europa en 1918 y mató a cerca de 20 millones de personas. Francisco y Jacinta contrajeron la enfermedad ese año y fallecieron en 1919 y 1920, respectivamente; mientras que Lucía ingresó al convento de las Hermanas Doroteas.
La Virgen les dio varios mensajes de salvación para el mundo y las almas, junto con recalcarles la importancia del rezo del rosario, la conversión, la penitencia, la devoción a su Inmaculado Corazón, entre otras enseñanzas.
Te invitamos a ver el video con 3 datos sobre estos pequeños santos: