El 1 de noviembre la Iglesia Católica se llena de alegría al celebrar la Solemnidad de Todos los Santos, tanto aquellos conocidos como los desconocidos, que con su vida son ejemplo de que sí es posible llegar al cielo.
Para los católicos el 1 de noviembre, festividad de Todos los Santos, es un día de precepto, una solemnidad de la Iglesia en que debemos participar en la Santa Misa.