Gonzalo López: “Estamos muy contentos por lo logrado en las misiones”
Viernes 17 de Febrero, 2017
Hace poco más de un mes, los jóvenes de la parroquia regresaron de las misiones, pero su experiencia sigue muy viva y animándolos para seguir participando durante el año en la pastoral juvenil. Les queremos compartir el testimonio de Gonzalo López:
Para Gonzalo ésta fue su segunda vez misionando junto a la Parroquia, en esta oportunidad, lo hizo siendo jefe de zona, apoyando la organización de las actividades y animando a los misioneros en cada jornada.
Para organizarse los jóvenes estaban agrupados en comunidades en tres zonas: río, cerro, centro, todo dentro de la localidad de Duao donde estuvieron instalados.
La actividad de los misioneros comenzaba todos los días muy temprano. A las siete de la mañana todos tenían que estar levantados, luego hacían juntos oración y desayunaban. Después había un tiempo de formación con temas y testimonios de misioneros y después un grupo se iba a misionar a las casas de las familias y otros hacían talleres de niños.
“La misión en las casas era una invitación a las familias a hablar de la vida, a aprender de la gente de Peumo, de cómo es su vida, su experiencia y si se daba la oportunidad hablar de Dios, rezar juntos el rosario, entregar alguna estampita”, cuenta Gonzalo.
Después del almuerzo había un tiempo libre y por la tarde se realizaban talleres para jóvenes y adultos, se continuaban con las misiones y a las 20:00 horas se celebraba misa.
¿Cómo te sientes luego de estos días misionando?
Muy satisfecho por lo que se logró. Por haber tenido una buena comunidad entre los misioneros unidos en Cristo y feliz por cómo resultó la presentación final que tuvimos el último día junto a la comunidad. Tuvimos misa y luego una tallarinata, fue mucha gente a mostrar su talento.
Gonzalo estudia en la universidad y la experiencia de salir a misionar le abre una perspectiva distinta a su vida cotidiana. “Esta experiencia que me sirve demasiado porque uno se cuestiona lo que uno ve, es distinto en el día a día, que la gente te reciba en su casa sin conocerte, que te abran las puertas, te escuchen, ellos abren su corazón, eso es muy distinto a la vida acá. Quedamos muy felices de las misiones”.
