Vivir «misericordiando»
Desde el inicio de su pontificado el Papa Francisco nos ha llamado a no ser espectadores de la vida. A no «balconear», sino que a «primerear» porque hemos sido «primereados» por Dios. Es decir, Dios nos amó primero enviándonos a su Hijo, y nos invita a manifestar ese amor a toda la humanidad: “Debemos amarnos unos a otros” (1Jn 4, 10).
El desafío que nos pone la vida frente a esta certeza profunda de ser amados por Dios es, en primer lugar, el de dejarnos amar por Dios, «¡Déjate misericordiar!» y, en segundo lugar, el de «vivir misericordiando» a los demás.