Facilitar a los peregrinos el encuentro con el Santo Padre fue la principal función de los voluntarios. Laura Garnham coordinadora de voluntarios papales de nuestra parroquia nos cuenta que esta experiencia “fue una entrega” y también una muestra de la disposición al trabajo y colaboración.
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“Nuestra primera función fue en un tramo, colaborando con carabineros, cuidando las calles donde el Papa iba a pasar, llegábamos 3 horas antes a cada función por lo que teníamos que hacer ambiente con gritos y dinámicas para animarnos”, detalla Laura.
A pesar de las esperas, sueño, cansancio el ánimo de los voluntarios no decayó, tampoco la atención a cualquier situación que alterara el orden o salud de los peregrinos.
“Sabíamos que lo que estábamos haciendo era cumplir a nuestro compromiso, que sin nosotros nada de esto se pudo haber hecho, que aunque no nos tocó ninguna emergencia grave estábamos listos para ayudar”, explica Laura.
Como coordinadora, la joven agradece a todos los voluntarios, "especialmente a los que nunca dejaron su ánimo y alegría y no dejaban de animar a la gente. Como voluntaria quedo con la sensación de felicidad, al saber que tuvimos un rol activo en la venida del Papa, que no fuimos solo a escuchar, sino a jugarnos al servicio de los demás para que todo fuese posible”.
“Fuimos como pide el Papa, jóvenes que se comprometen, que no balconearon la vida, si no que nos levantamos del sofá y nos pusimos las zapatillas para ir a ayudar”, concluyó la coordinadora.