Acompañamiento a familias en dificultades

Programa ADA "Acoger, Discernir, Acompañar"

Es un espacio para acompañar
a matrimonios que pasan por severas dificultades

El Papa Francisco dice con razón que "no hay familias perfectas". Todas las familias presentan dificultades. Como en la base de la familia está el matrimonio, nos debe importar mucho acompañar a las familias cuyo matrimonio vive severas dificultades.

Es muy probable que tengas en tu familia o círculo de amistades, círculo laboral, personas que viven una realidad matrimonial desgraciada. Pedimos tu cooperación para que ellos se acerquen a la Parroquia, que quiere ayudarles.

El Programa ADA tiene como objeto ayudar a esos matrimonios que viven dificultades severas, que miran como salida la separación, el divorcio, o ya no están separados o divorciados. Porque es posible que ese matrimonio haya sido fundado "sobre arena", es decir que en su momento no se hayan cumplido los requisitos para la consagración del matrimonio-sacramento, o matrimonio canónico, o que se hayan cumplido débilmente, que adolezcan de problemas en su origen.

El Papa Francisco respondió a esta realidad mediante una reforma al procedimiento para discernir respecto de la validez o no de un matrimonio canónico. Hasta ahora, un proceso judicial que buscaba descubrir la validez o no de un matrimonio era difícil, costoso, largo. Los fieles se desanimaban ante las estructuras jurídicas de la Iglesia por la distancia física o moral, y no iniciaban el camino que les podría llevar a la claridad. Porque así lo dispuso Jesús, la doctrina de la indisolubilidad del vínculo conyugal permanece invariable, como un bien de las familias, de la Iglesia y de la sociedad.

Se trata entonces de ACOGER. Al modo de Jesús, con el mayor respeto, caridad y misericordia, acoger toda realidad, por difícil que sea. Luego, DISCERNIR respecto de esos fundamentos y, eventualmente, concluir en que alguno de esos fundamentos está viciado y restablecer la recta conciencia sobre el matrimonio mismo y la dignidad personal de cada uno. En todos los casos, llegar a clarificar si el matrimonio canónico es válido o no. Y siempre ACOMPAÑAR.

La primera etapa está a cargo de agentes pastorales calificados, bajo la responsabilidad del Párroco. De ser el caso, una sentencia canónica la dicta el Obispo; eventuales apelaciones pasan a la Rota Romana.

Así la Madre Iglesia se hace accesible a quienes eventualmente han abandonado la práctica religiosa y se consideran separados de Ella.

Si desea información sobre este servicio comunicarse al mail a secretaria@stm.cl. Rogamos su comprensión. 

Luego, personas calificadas de la Parroquia les llamarán para concertar un primer entrevista encuentro.